sábado, 5 de noviembre de 2011

Calma

Un mar de calma asedia mi playa
Mi ser se sumerge totalmente bajo el agua silenciosa.
Me ahogo acunada por el rugido amortiguado de las olas.
En la superficie la tempestad no cesa.
Pero una quietud absoluta me abraza y me retiene.
Se convierte en la crónica de una muerte anunciada:
Es el final del periodo destructivo.

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