jueves, 19 de noviembre de 2009

No lo entiendo...

Le miras a los ojos... y crees saber que está pensando...
Te toca la cara y dibuja una media sonrisa... pero no dice nada.
Coges su mano y abres la boca, como para hablar...
Pero algo en tu interior... te roba la voz... y al final...

No dices nada...

Lo sobrellevas. Pero llega un punto en que te preguntas:
¿De verdad es necesario callarnos este tipo de cosas?
¿Por qué no puedo decirte que me muero de ganas de verte?
¿Y decirte de una vez que quiero estar contigo...?
¿Por qué me desgasto a si misma en vez de darte

mi afecto incondicional?

¿Tiene sentido competir por ser el más indiferente?
Que si estas loco por mi... ¿Por qué no me lo dices...?
¿Por qué no me sacas de mi “apogeo de la apatía” y

de mi mar de dudas?

¿Puede alguien decirme porque que es todo tan complicado?
¿Quién invento las reglas de este juego maquiavélico?

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, pero a veces es difícil dar ese paso quizás por miedo a lo que pueda pasar a entregarte por completo y que despues no salga todo como esperabas...
    me gustó mucho tu blog pasaré mas a menudo!

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